Los ladrillos tapian las viviendas que quedan libres en la casa de Robert Capa
Ya con las llaves del piso en el que va a ser realojada y firmada la documentación, Loubna rompe a llorar. Sus tres hijos están en el colegio y todas sus pertenencias ya cargadas en una furgoneta. Después de vivir el último lustro en algo más de una veintena de metros, este viernes se despide de su casa en la calle de Peironcely. Ver noticia
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